Seguro que ya has leído muchos comentarios y análisis del mensaje de Felipe VI en Nochebuena. Pero ahora toca analizarlo desde otro ángulo: el de la comunicación no verbal. Para ello, nuestra directora, Sonia El Hakim, nos da las claves no verbales más relevantes del discurso de Nochebuena del Rey.
Éste es el vídeo, difundido por el canal de Youtube de Casa Real, sobre el que Sonia ha realizado el análisis.
Y aquí tienes el análisis del mensaje de Felipe VI, desde la perspectiva de su comunicación no verbal, realizado por Sonia El Hakim.
POSTURA INSÓLITA Y POCO ACERTADA
Si repasamos todos los mensajes de Navidad del rey Felipe VI desde el año 2014, podemos comprobar que éste es el primer año en que el monarca no ha adoptado una postura de piernas cruzadas, poniendo una pierna sobre la rodilla de la otra (es lo que llamamos un cruce de piernas europeo, en contraposición al cruce de piernas americano, más expansivo, que consiste en poner el tobillo de una pierna sobre la rodilla de la otra pierna). Al revés, vemos como está sentado con las piernas abiertas totalmente frontal a la cámara. Se trata de una postura más «masculina» que la de piernas cruzadas (piensa en las críticas si, en lugar de ser Felipe VI, hubiera sido Letizia quien saliera con esta postura).
Es, por tanto, de una postura totalmente nueva en los discursos de Felipe VI, que, por otro lado, le ha jugado una mala pasada. Al no tener las piernas cruzadas, y con los reposabrazos de una silla poco adecuada para sentarse a hacer un discurso, Felipe VI se ha visto con poco apoyo para sus manos que, sobre todo el principio del discurso, ha tenido que reposar la una contra la otra haciendo un gesto adaptador de manos en V (también denominadas manos en campanario o en ojiva).
Además, observamos en los primeros segundos cómo las piernas, sobre todo su pierna izquierda se mueven continuamente, en un movimiento motor que le ayuda a gestionar los nervios. Detrás de una mesa de despacho o con las piernas cruzadas, esto no lo hubiéramos visto.
Punto negativo, por tanto, para quien haya decidido esta postura y esta silla. A veces, tengo la sensación de que, en vez de querer ayudar a su Majestad, le ponen trabas para ver si lo hace peor.
REALIZACIÓN PÉSIMA
Si, habitualmente, los mensajes del rey Felipe VI carecen de una buena realización, en esta ocasión se han lucido, la verdad (modo ironía activado).
El Rey, por su personalidad, tiene tendencia a gesticular poco cuando habla (hace pocos gestos ilustradores). Pues bien, si encima, cuando los hace, el realizador acorta el plano y solo le vemos de hombros para arriba, pues ya, apaga y vámonos. Te pongo a continuación algunos ejemplos:
Es más, hay un momento, hacia al final del discurso (min. 11’28), en el que Felipe hace un gesto ilustrador batuta para reforzar con sus manos el mensaje hablado, que era especialmente importante captar, cuando dice «en manos de todos nosotros está».
Pero la realización ha considerado que era un buen momento para acortar el plano y que el gesto, bien ejecutado por parte del rey, pierda toda la fuerza.
Otro punto negativo para las personas de realización.
MÁS GESTOS ILUSTRADORES
Llevo analizando el mensaje de Navidad de Felipe VI desde que subió al trono. Y he visto la evolución de su comunicación no verbal. Si bien no podemos decir que sea un «buen comunicador» (debido sobre todo a su mal dicción y voz aflautada y sin potencia, su rictus facial excesivamente duro y sus gestos rectilíneos y escasos), sí es cierto que he asistido a una evolución positiva de su forma de comunicar a nivel no verbal. En concreto, he visto cómo se esfuerza por ilustrar más el discurso con sus manos. Esto es muy positivo ya que la realización de gestos ilustradores al hablar permite a la audiencia no solo escuchar el mensaje hablado sino «ver» el mensaje: la información entra no solo por el canal auditivo sino también por el visual, por lo que el mensaje se comprende y se integra mucho mejor.
Eso sí, empieza a ilustrar el discurso a partir del minuto 4, que es cuando se relaja y destensa un poco. Os pongo algunos ejemplos de gestos ilustradores bien ejecutados:
Vemos, en el minuto 4’02, que Felipe realiza un gesto ilustrador ideográfico con las manos al decir «la transformación y la modernización»: alterna una mano y la otra para reforzar la línea argumental del discurso.
En el minuto 4’45, hace un gesto ilustrador batuta (que refuerza el ritmo del discurso) al decir «el mayor compromiso de todos», que, además, está subrayado con la voz, haciendo un acento enfático en las palabras «mayor», «compromiso y «todos».
En el minuto 4’55, vemos cómo nos hace un «dos» con los dedos al referirse al compromiso que debemos tener con la democracia y con Europa como pilares sobre los que se asientan nuestro presente y nuestro futuro . Se trata de un gesto ilustrador emblemático que refuerza el mensaje hablado.
Vuelve a hacer ese mismo ilustrador emblemático, pero esta vez con el número «tres» al adelantar los puntos que va a tratar a continuación (técnica ésta perteneciente a la estructura de un discurso tipo «logos» en el que se dan argumentos racionales para convencer a la audiencia de algo): «hay tres sobre las que quiero detenerme (…): división, deterioro de la convivencia y erosión de las instituciones».
COMO SIEMPRE, FALTA DE AFABILIDAD EN EL ROSTRO
La falta de un rostro afable es algo que caracteriza a Felipe VI; al menos, en los mensajes de Navidad. Siempre la echo en falta. Si bien habla de temas serios, su rostro se muestra siempre excesivamente serio, tenso y, si expresa alguna emoción, siempre es negativa. De hecho, puedes comprobar que solo sonríe al principio y al final del mensaje. Y, en definitiva, se trata de un mensaje Navideño que, aunque trate algunos temas serios, debería estar más imbuido del espíritu navideño de paz y amor. Te dejo lo más parecido a una sonrisa que nos muestra al final del mensaje(min. 11’33).