Del contacto a la conexión: artículo de Sonia El Hakim en Frontiers in Psychology

Hoy estamos de enhorabuena en Código No Verbal: nuestra directora, Sonia El Hakim, ha publicado, junto a su colega, el Dr. Danyal Farsani, en la revista científica con más impacto en en el campo de Psicología, la prestigiosa Frontiers in Psychology. Se trata de un artículo de perspectiva que aborda el controvertido problema del tacto que realizan los docentes a sus estudiantes. En este artículo, también ha colaborado el prestigioso investigador en comunicación no verbal, el Dr. David Matsumoto, profesor de nuestro Máster en Comunicación No Verbal y Habilidades Directivas.


Pincha aquí para leer el artículo completo en Frontiers in Psychology

Breve resumen del artículo

El contacto físico, como abrazos o toques afectuosos, es una forma poderosa de comunicación que usamos todos los días para conectarnos con los demás. En la escuela, los profesores a menudo abrazan o tocan a los estudiantes para mostrarles cariño y apoyo. ¿Sabías que este tipo de contacto puede tener un impacto positivo en la salud y el bienestar de los niños?

Investigaciones han demostrado que cuando los bebés reciben afecto físico de sus cuidadores, como abrazos y caricias, se sienten más seguros y felices. Esto también ayuda a construir relaciones sólidas entre padres e hijos. Lo sorprendente es que este tipo de apego se traslada a las relaciones entre los niños y sus profesores. Los niños que se sienten queridos y seguros suelen responder mejor al contacto afectivo en la escuela.

Además de hacer que nos sintamos bien, el contacto físico también tiene beneficios para la salud. Por ejemplo, abrazar a alguien puede reducir el estrés y fortalecer nuestro sistema inmunológico. ¡Incluso puede protegernos de resfriados!

Aunque el contacto físico puede ser algo muy positivo, también es importante tener cuidado. Algunos países están debatiendo si los profesores deberían tocar a sus alumnos debido a preocupaciones sobre el abuso. Es un tema complejo, pero lo importante es que los maestros sepan cuándo y cómo es apropiado tocar a los estudiantes.

En resumen, el contacto físico es una herramienta poderosa que puede fortalecer nuestras relaciones y hacernos sentir mejor. Pero también debemos ser conscientes de cómo y cuándo lo usamos, especialmente en el entorno educativo.

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