PINCHA SOBRE LA IMAGEN PARA VER EL VÍDEO CON LA INTERVENCIÓN DE SONIA EL HAKIM (a partir del min. 26).
En 2018 Jada Pinkett Smith anunció que padece alopecia autoinmune, una enfermedad que la ha dejado calva. De hecho, en diciembre de 2021, decidió raparse la cabeza. Aunque Jada trata de tomarse su alopecia con espíritu deportivo, lo cierto es que en diferentes ocasiones ha manifestado el sufrimiento que le produce el verse así.
Pues bien, la madrugada del lunes 28 de marzo, despertábamos con una noticia que ha corrido como la pólvora por las redacciones de los medios de comuniación y por las redes sociales: Will Smith propinó una bofetada al cómido Chris Rock, que iba a presentar el Oscar al mejor documental. Rock hizo una broma sobre la mujer de Will Smith, comparándola con la teniente O’neil (película protagonizada por Demi Moore, en la que salía con la cabeza rapada). Will Smith se dirige al escenario, le pega y luego le dice “mantén el nombre de mi esposa fuera de tu puta boca”. Tras el desafortunado incidente, la casualidad quiso que Smith ganara el Oscar al mejor actor, momento que aprovechó para, visiblemente emocionado, pedir disculpas a la Academia y a sus compañeros, pero no a Rock. Así las cosas, hagamos un análisis desde el punto de vista de la comunicación no verbal.
REACCIÓN DE LOS SMITH A LA BROMA DE ROCK
Si nos fijamos en el momento justo en que Chris Rock hace la broma, vemos dos reacciones muy diferentes: la de Jada y la de su esposo. Si bien Jada reacciona visiblemente molesta aunque contenida (expresión facial de rechazo, cambio postural, bloqueo visual y manos entrelazadas con tensión), Will Smith ríe la broma de forma espontánea. Sin embargo, la realización cambia el plano y dejamos de ver a los Smith para, segundos después, asistir a la famosa bofetada. Esto nos indica algo: se trata de una empatía mal gestionada. Will Smith no reacciona mal ante la broma sino ante la reacción de su mujer. Es decir, empatiza con el dolor que debe suponerle a su mujer haberse esforzado por lucir lo más guapa posible y, aún así, ser víctima de una «broma» (agresión verbal, más bien) sobre su físico y sobre su enfermedad; y además, de forma tan notoria y pública (no fue en una cena de amigos, fue grabado, delante de millones de espectadores). Pero no gestiona bien la ira que le produce el daño causado a su mujer, sino que la convierte en agresividad.
LA BOFETADA DE WILL SMITH A CHRIS ROCK
En el vídeo de la intervención de Sonia El Hakim, explicamos porqué Chris Rock debería haberse dado cuenta de que Will Smith se acercaba con la intención de agredirle: su forma de caminar y su focalización estaban dando la pista. Sin embargo, Rock no leyó bien el comportamiento no verbal de Will Smith puesto que ni siquiera llevó sus brazos hacia delante: los tenía detrás de la espalda e incluso estaba levemente inclinado hacia delante.
FORMAS MÁS ADAPTATIVAS EN QUE PODRÍA HABER REACCIONADO WILL SMITH
Si bien Will Smith nos ha mostrado una falta de autocontrol de impulsos, debemos saber que esto se puede aprender. Para ello, si alguna vez nos equivocamos en nuestra reacción emocional, podemos hacer a posteri el ejercicio de reflexión para pensar en formas alternativas de reacciones que hubieran resultado más adaptativas. De esta forma, nos estaremos dotando de recursos emocionales para gestionar situaciones similares en un futuro.
Por ejemplo:
Podría haberse levantado junto a su mujer e irse, para, después, emitir un comunicado explicando la importancia de respetar a las personas que padecen enfermedades o trastornos. Hubiera aprovechado así la ocasión para concienciar sobre la alopecia femenina. Otra forma de concienciar podría haber sido la de ir al escenario y haber hecho un pequeño discurso improvisado explicando porqué este tipo de bromas no deberían hacerse. Podría haber aprovechado para concienciar sobre lo que es aceptable y lo que no.
