Los movimientos en el ballet son una herramienta fundamental para la transmisión de emociones y narrativa sin utilizar palabras. Según G. H. Saalfield, el cuerpo del bailarín se convierte en una «pintura viva» que puede contar historias evocadoras a través de sus movimientos elegantes y fluidos.
Ana Laguna, bailarina española de renombre internacional, nos dice que la comunicación no verbal en el ballet es esencial para conectar con el público y crear una experiencia emocional colectiva.
La postura, la gestualidad y la expresión facial son elementos clave para transmitir la fuerza de la música y la profundidad de los sentimientos que el bailarín pretende transmitir (comprobamos como la comunicación verbal no es necesaria para transmitir su mensaje).
Por su parte Rudolf Laban (coreógrafo y teórico del ballet), destacó la importancia de los gestos y movimientos precisos en la comunicación no verbal en el ballet. Desde su perspectiva, la expresión corporal debe ser exacta y detallada para ser efectiva, y cada movimiento debe tener un significado concreto en relación a la historia que se quiere contar.
Son varios los autores que han analizado la importancia de la comunicación no verbal en el ballet:
- Foster señala que la danza, y en particular el ballet, «intenta articular una experiencia no lingüística, una manifestación subliminal de las emociones y las energías corporales» (2008D. 9). La comunicación no verbal es fundamental para transmitir estas emociones y energías a través de movimientos precisos y expresiones faciales y corporales.
- Fisher destaca el papel del cuerpo como medio de comunicación en el ballet, describiendo cómo «las acciones del cuerpo, las interacciones corporales y los gestos se unen para crear significados y mensajes emocionales complejos» (2007,p.4). La comunicación no verbal en el ballet involucra tanto la técnica como la expresividad emocional, ya que ambas son necesarias para transmitir el mensaje de la coreografía.
- Franko subraya la importancia de la expresión facial como parte de la comunicación no verbal en el ballet, argumentando que «la cara, como la parte más expresiva y reconocible del cuerpo humano, es esencial para la comunicación en la danza» (2011, p. 186). En el ballet, la expresión facial es utilizada para transmitir emociones y narrar la historia, y debe estar en armonía con los movimientos corporales para ser efectiva.
- Sondra Horton Fraleigh: en su libro «Dancing Identity: Metaphysics in Motion”. Fraleigh destaca la importancia de la comunicación no verbal en el ballet, ya que permite a los bailarines expresar emociones, pensamientos y estados de ánimo de una manera que va más allá de las palabras.
- Alastair Macaulay: crítico de danza del New York Times, quien ha afirmado en varias ocasiones que la comunicación no verbal es la esencia misma del ballet. Macaulay señala que en el ballet, el cuerpo es el principal medio de expresión, y la técnica y la gestualidad son fundamentales para la comunicación de la emoción y la narrativa.
En definitiva, la comunicación no verbal permite a los bailarines transmitir emociones, sentimientos y significados de forma sutil pero efectiva. Son muchos los entendidos como los autores mencionados que destacan la importancia de esta forma de comunicación en la danza y su capacidad para enriquecer la comprensión y la apreciación del público hacia el ballet.
Según la bailarina y coreógrafa MarthaGraham, «el movimiento es un lenguaje y el cuerpo es el vocabulario». El conocido coreógrafo George Balanchine también enfatizó la importancia de la comunicación no verbal en el ballet. Declaró que «la danza es la poesía del pie y la música del cuerpo».
Además de la técnica y la expresividad física de los bailarines, la comunicación no verbal juega un papel importante en el ballet como una herramienta para transmitir significado. Así cuando vemos a los bailarines en movimiento al ritmo de la música, empatizamos con las emociones que nos transmiten mediante su comunicación no verbal y nos conmueven sus emociones.